La segunda oportunidad

miércoles, 26 de marzo de 2008

Sexo duro


Aggggh!! Cuando escribo esto me estoy reponiendo de un gravísimo ataque de pánico y acojone producido al leer que un hombre se ha destrozado el pene intentando tener sexo con un erizo.

¡Con un erizo!, ese animalito que se caracteriza por tener el cuerpo cubierto de duras, rasposas y afiladas púas.

Por una décima de segundo me he imaginado al pobre y, supongo, desesperado hombre empujando febrilmente para lograr su descabellado e inútil propósito mientras las púas del ultrajado animal iban desgarrando su, inexplicablemente erecto, pene. Las consecuencias en mi sensibilidad han sido horribles e inmediatas: los vellos de punta, un nudo en el estómago, taquicardia, pánico, dolor, angustia y, lo peor, una alarmante, rápida y exagerada disminución de tamaño de mi, en ese entonces, más que asustado pene.

No puedo dar crédito a la noticia. Hay que estar muy zumbado para acometer tamaño intento de actividad sexual. Vamos, ni en mis peores momentos se me ha pasado por la cabeza idea parecida y eso que te pasan ideas muy raras.

Poco a poco me voy reponiendo, voy notando como la sangre fluye por mis venas con normalidad y las cosas van volviendo a su sitio. Menos mal.

Aquí está la noticia.


lunes, 24 de marzo de 2008

El amor es ciego


Lo que muchos sospechábamos se ha confirmado: "El amor es ciego"

Pero tan rematadamente ciego que consigue que se «desactive» la zona del cerebro encargada del juicio social y de la evaluación de las personas, por lo que el enamorado o enamorada pierde la capacidad de criticar a los seres queridos.

Esta frase, popularmente repetida hasta el infinito, se ha convertido en una afirmación científica según las conclusiones del ciclo sobre «Amor, ciencia y sexo» organizado por La Caixa y según informa El Diario de León.

El acervo popular siempre ha dado por válida está afirmación. ¿Cuántas veces hemos oído o afirmado que el amor es ciego?, ¿cuántas veces nos ha servido para explicar el extraño maridaje de aquel conocido o conocida?.

Lo que todos sabíamos o, por lo menos, intuíamos ahora toma carácter de verdad científica. Está cada vez más claro que el cerebro y el corazón (aunque en éste mande también el cerebro) dependen poco de nuestra voluntad y mucho de la química. Hay que asumirlo.


miércoles, 12 de marzo de 2008

Después del 9 de marzo II

Rajoy optará en junio a la reelección en el PP: 'Esto es lo que hay'
[El Mundo-11 marzo 2008]



[Manel Fontdevila]


Esperanza Aguirre ya ha cumplido 56 años. Si Rajoy vuelve a ser el candidato del PP en las próximas elecciones, que se celebrarían en 2012, y en el supuesto de que no las ganara, Doña Esperanza no podría ser candidata hasta las que se celebraran en 2016, pero en ese momento habría cumplido los 64.

No se, creo que o Doña Esperanza sube ahora al tren o después ya no podrá subir. Ésto no ha acabado.


martes, 11 de marzo de 2008

Después del 9 de marzo

[Manel Fontdevila]

No todas las derrotas son igual de amargas. Dicen por ahí que en la noche del día 9, en la calle Génova, mientras en una de las plantas del edifico corrían las risas y el cava, en la principal solo las lágrimas y la pena. Yo no estaba allí y no puedo asegurarlo.


sábado, 8 de marzo de 2008

El 9 de marzo todos a VOTAR


Por la paz, por Isaías, el domingo todos a votar: a un partido, en blanco o nulo, pero votad tu y los tuyos. Que tu abstención no se la apunte ETA. Pásalo




[Iñaki Gabilondo - Cuatro TV - 7/3/08]

jueves, 6 de marzo de 2008

Campaña sin tregua


[5.3.2008 (copio y pego)]


"El PP está dirigido por políticos especializados en la calumnia"



sábado, 1 de marzo de 2008

Analfabeta

Ana Mato: “Los niños andaluces son analfabetos”

Cadena SER
El Plural
Diario de Sevilla


Esta señora tan refinada, culta y estudiada es eurodiputada y candidata del PP al Congreso de los Diputados por Madrid y debe pensar que los españoles, incluidos los pobres, perezosos e iletrados andaluces, somos gilipollas.

Pero no, no lo somos en absoluto, el día 9 de marzo verás quien es el gilipollas,

ACTUALIZACIÓN: carta de una niña andaluza a la, como poco, políticamente analfabeta señora Ana Mato