La segunda oportunidad

viernes, 11 de diciembre de 2009

Desconocidos


[Domingo - Edward Hooper]

Coincidían en la barra del bar.

Casi todos los días llegaban a la misma hora, cada uno parecía tener su trozo de barra favorita en breves espacios colindantes. Los primeros días se ignoraron, después un cortés buenos días certificó que ya se reconocían. Un día hablaron del tiempo, ese día llovía de una forma cruel. Poco a poco empezaron a hablar, tenían gustos muy parecidos y sus opiniones coincidían lo suficiente como para disfrutar charlando sobre cualquier tema, todos valían.

Cada día se levantaba con la ilusión de ese pequeño aunque ya importante encuentro, congeniaban muy bien y se acompañaban mejor todavía.

Una mañana él se encontró solo en su trozo de barra, se sentía raro, incómodo. Sentir el espacio vacío a su izquierda le desconcertó. No sabía su nombre, desconocía cómo localizarla. En tantos días de vecindad, pensaba ahora que era curioso, no habían sentido necesidad de intercambiar sus nombres, mucho menos sus teléfonos. Salió del bar un tanto desconcertado.

A la mañana siguiente también desayunó solo, empezó a notar punzadas en su estómago y algo en su interior emitía señales de alarma. ¿Le habrá sucedido algo? ¿Por qué lleva dos días sin venir?. Preguntó al camarero pero no sabía decirle, solo que solía desayunar allí, nada más.

Tampoco apareció al otro día, ni al siguiente. Aún la añora.

11 lo comentaron, ¿te animas tú?:

LOLITA LOP dijo...

parece el principio de una novela :))) .... jooooo ¿ que ha pasado con ellaaaaaaaaaaaaa?....

me ha recordado un poco a cuando vivía en Madrid y viajaba en metro cada mañana y al final creas un vínculo con algunas personas y si de repente desaparecen , el vacío es enorme


un besooooooo

Unknown dijo...

vaya... se fue y no se dijeron nada más... luego él se dio cuenta... suele pasar... ;D

Al salir el sol

pilar dijo...

q bonitoooooooooo..mejor así...con misterio...;)
Estoy volviendo al mundo bloguero, poquito a poco...
Sigue la histororia...algún día, vale?

besitosssssssss

Apesardemi dijo...

Doña Lo, la historia se me ocurrió a partir de un recuerdo de hace bastantes años cuando utilizaba el bús para ir al curro. Se dio un caso similar en lo básico. Ni idea de qué fue de ella.

Alsalir, bienvenido o bienvenida, como prefieras. Pudo suceder así, seguramente sucedió así ;)

Pilar, muchas gracias ;) Está bien que vayas volviendo, sigue ayudando. No sé si la historia tiene continuación, ya veremos ;)

Besos para todas/os

Susodicha dijo...

...me encanto.
Casuales cruces de vías, que desprenden aroma a cercanía y fluye todo como camino conocido.
Y luego... el despiste, el no preguntar en que apeadero se para y un lanzarse a amarrar.

Muy chulo..de veras.

Un besote.

Cu dijo...

Pues el principio del post me ha sido muy familiar; creo q a todos nos ha pasado algo similar, y la verdad sq es divertido ese gusanillo en el estómago q sientes cuando coincides esos minutos con ese desconocido ;) , pero te diré q el final ha resultado un poco angustioso!, no te parece?.
Chato, ponle una continuación feliz y estupenda aunq sea aquí en los comentarios! ;))

Un besooo!

Apesardemi dijo...

Ignea & Josune, muchas gracias ;) Suceden cosas así.

Cobriña, básicamente es una historia que se da con frecuencia, no tan angustiosa claro.

Quizás haya un desenlace.

Besos

Anónimo dijo...

Lo mismo que en un blog, comienzo a charlar, dejar comentarios, ella me los deja a mi, nos habituamos a intercambiar hasta que un día desaparece dejando un recuadro en blanco que dia a dia miro con esperanza poco a poco marchita.

Bonito microcuento

Corpi dijo...

Yo terminaría por cambiar de bar. No lo podría soportar.

Apesardemi dijo...

Corpi, sería una solución y, quizás, la más eficaz

Un abrazo

Apesardemi dijo...

Dracir, es alucinante la cantidad de gente con la que congeniamos, nos gustamos y ... desaperecemos. La vida es curiosa ;)

Un abrazo