[Habitaciones para turistas - Edward Hooper]
Una tarde tranquila, seguramente demasiado tranquila para lo que le bulle en la cabeza. Enciende el disco duro y busca esa película que le han recomendado, la temática quizás no sea la más apropiada para una cabeza medio gripada pero tiene ganas de verla, aprieta el botón donde se aloja un triangulito y se arrellana en el sofá. La pantalla se ilumina con un señor mayor, parece muy áspero pero su semblante es amigable, delgado, pelo blanco rodeando una espléndida calvicie, vestimenta cómoda e informal. Informa que va a contar una historia.
La historia comienza en el encuentro con una chica muy jóven, mucho más jóven que él, que le pide ayuda en forma de asilo argumentando que no tiene donde ir, no tiene dinero y si tiene hambre. Él se niega rotundamente, reforzando su negativa con algunos insultos y desprecios pero, y en caso contrario no habría película, al final accede a regañadientes a que entre dos minutos, solo dos minutos. Entran a la casa y ella se queda a dormir.
En las siguientes escenas se les ve haciendo turismo, visitando la ciudad, hablan, bueno en esas escenas más que hablar él la llama palurda, torpe y demás lindezas mientras ella mantiene una sincera sonrisa y le responde como puede.
La peli está interesante, bien llevada, le está gustando pero en su casa no hay silencio, necesita silencio para ver una película, quiere silencio, no está solo, le dirigen preguntas, una conversación telefónica le obliga a rebobinar, vuelve a hacerlo. Nada, la incipiente burbuja se ha roto, contrariado coge el mando y busca el botón con el cuadradito, lo pulsa. Stop, la pareja desaparece y un anuncio ocupa su lugar. Se levanta mosqueado, no demasiado, no debe, tampoco es para tanto, luego seguirá viéndola.
Busca otra actividad, se coloca los cascos, suena Silvio, lo deja esperando que su suavidad le suavice a él. Abre una cerveza, decide cocinar algo, Silvio se va metiendo en su cerebro, abre el frigorífico, busca, sube el volumen, Silvio y la cerveza fluyen plácidamente en su interior, saca cuchillos y cacerolas, se apoya en la tabla y comienza a cortar, nota como reaparece la burbuja, todo va bien...